debido a la infección con el virus de la hepatitis A. Este virus se encuentra sobre todo
en la materia fecal y la sangre de una persona infectada; así mismo si una persona
con hepatitis A no se lava adecuadamente las manos después de ir al baño, manipula
alimentos y objetos puede transmitir la enfermedad.
Hepatitis A:
Reacciones esperadas:
Irritabilidad, dolor, eritema y/o edema en el sitio de punción, el cual debe ceder y
no aumentar.
Vacuna contra la hepatitis A
Los niños necesitan 2 dosis de la vacuna contra la hepatitis A:
- Primera dosis: entre los 12 hasta los 23 meses de edad
- Segunda dosis: al menos 6 meses después de la primera dosis
Los niños mayores y adolescentes entre 2 hasta los 18 años, que no fueron vacunados previamente, deben ser vacunados.
Los adultos que no fueron vacunados previamente y quieren protegerse contra la hepatitis A también pueden recibir la vacuna.
¿Por qué es necesario vacunarse?
La vacuna contra la hepatitis A puede prevenir la hepatitis A.
La hepatitis A es una enfermedad hepática grave. Usualmente se propaga a través del contacto personal cercano con una persona infectada o cuando una persona ingiere inconscientemente el virus de objetos, alimentos o bebidas que están contaminados por pequeñas cantidades de heces (materia fecal) de una persona infectada.
La mayoría de los adultos con hepatitis A presentan síntomas, incluyendo fatiga, falta de apetito, dolor de estómago, náusea e ictericia (piel u ojos amarillos, orina oscura, heces de color claro). La mayoría de los niños menores de 6 años no presentan síntomas.
Una persona infectada con hepatitis A puede transmitir la enfermedad a otra persona incluso si él o ella no tiene síntomas de la enfermedad.
La mayoría de las personas con hepatitis A se sienten enfermas durante varias semanas, pero usualmente se recuperan completamente y no tienen daño hepático duradero. En casos poco frecuentes, la hepatitis A puede causar insuficiencia hepática y la muerte; esto es más común en personas mayores de 50 años y en personas con otras enfermedades hepáticas.